sábado, 10 de noviembre de 2007

A Midori

Raro... simplemente llegué del cine y como reacción automática (después de saludar, claro) cogí el cuaderno. Debo confesar que me siento «uno», unitario, una unidad, sin llegar a sentirme solo, pero me siento uno. No se siente bien ni se siente mal, pero es raro. ¿No tener a «nadie» con quien compartir «algo»? Naa... Para nada... Tampoco es que quiera o que lo necesite. Es chévere, pero no es vital o, al menos, ya dejó de serlo para mí, ¿sabes?

Tú siempre vas a ser esa persona a la que me va a nacer de la nada contarle hasta la cosa más estúpida, pero relevante para mí. Y es que no significa nada más que tú eres una persona a la que me nace decirle cualquier pequeñez mía porque eres importante para mí por X motivos. Hasta hace poco (unos 6 meses) eso me confundía totalmente. Con esto no quiero decir que cuando te dije hace poco que te quería mucho, lo haya hecho confundido. Simplemente te quiero. That's a fact. Pero es otro tipo de cariño, de otro nivel que sinceramente nunca antes había conocido y no sabes cuánto me ha costado! Vaya que me ha costado mucho entender tantas cosas. Ha pasado casi un año y me cuesta entender la idea de estar separados. Entender, no superar. No ha habido nada malo que superar. Enteder y separar las cosas fue muy dificil.

He aprendido a disfrutar de muchas cosas, y no precisamente por necesidad, sino por el gusto, por sentirme a gusto, por pensar en mí. El mejor café, la mejor película, la mejor caminata (la más disfrutable y larga)... Hace tiempo que no pensaba en mi enteramente y ... me siento bien after all. Ya no me siento como un bicho raro haciendo mis cosas solo. Ya no me deprime.

Pero es raro. Antes me gustaba compartir contigo, estar contigo, sentir contigo, pensar contigo, apoyarme en ti. No sé cómo lo tomarás, cada vez que te doy las gracias y te digo lo especial que eres. Francamente no me importa cómo lo tomes, para bien o para mal, si las aceptes o si rechaces las gracias, pero se que nunca las tomarías mal... a lo mucho, quezá te hayas reído de ellas alguna vez o pensado que exagero. Da igual. Pero me ayudaste. Me ayudaste y me hiciste muy muy fuerte, decidido (hasta cierto punto, muy en comparación con mi alter ego pasado). Me diste otra cara, una sonrisa que sigue y seguirá, así no tengas el mismo título. Y la próxima vez que quiera buscar a alguien y amar a alguien, ya no va a ser para depender de ella, sino para crecer, compartir y otras cosas.

Ésta es la parte en la que me entra cierto sentimiento de culpa y espero yo haber estado a la altura de tus expectativas. Francamente, lo dudo por haberte defraudado muchas veces. Si bien lo que prometí casi siempre lo cumplí (creo casi nunca haberte faltado a lo que prometí) hubieron muchas cosas que no llegué a cumplir, pero no a contradecir (mejor dicho, ir en contra de lo prometido). Marcaste un hito y ahora que no estás te recuerdo con cariño. Quizá fue lo que quisiste y, si así fue, lo lograste.

Poquito a poquito, algunos sentimientos negativos están desapareciendo de mí. Como cuando me siento "utilizado" o cuando me siento "ignorado" o como cuando siento que el resto es injusto o ingrato. Y no digo que estén desapareciendo por estar volviéndome más comprensivo o más paciente. No se trata de "soportar más", sino de ser diferente... Tampoco se trata de "esperar menos". He estado cambiando bastante y cambié mucho más desde nuestro último KFC + Starbucks... Te digo todo esto porque siento que sin ti no hubiera podido esto y creo que tú siempre quisiste estar ahí y alegrarte con cada cosa buena y disfrutarla y ser parte de ella. Lo hago también porque es lo que yo hubiera esperado de ti y, por regla general, no hago lo que no quiero que me hagan y hago lo que sí me gustaría. No lo hago ya por vender una falsa calma o una alegría para aparentarme fuerte cerca de ti o a tu costado. Casi un ano después, lo superé.

Me interesa mucho esta nueva etapa, ¿sabes? Estoy cada vez más cerca a ese camino que tendré que esforzarme por recorrer para cumplir mis ambiciones, porque no son simples deseos o metas. Son ambiciones... Creo que esta vez el emocionamiento es mucho mayor al miedo. La última vez que vivi algo así, no me equivoqué contigo, así que será toda una experiencia...

De pronto, vacié todo lo que tenía en el interior... no encuentro más que decirte que no pueda hacerlo por algún otro medio. Gracias, niña. Por todo. Te quiero muchísimo.

________________________________________________________

Si te hiciera daño al escribirte, déjamelo saber

No hay comentarios: